La lámina negra rolada en caliente se obtiene de una lámina de acero mediante de un proceso especial. Se vierte en moldes para producir lingotes, mismos que se transportan a una banda que las va a deformar mediante un estiramiento y desbaste.
Además, el laminado en caliente aprovecha la ductilidad del metal a altas temperaturas para realizar grandes reducciones de sección.
El rolado en caliente consiste en calentar el material en un horno denominado foso de termo-fusión. Aquí las palanquillas se elevan a una temperatura que puede ir desde los 900 °C hasta los 1,200 °C. Lo anterior, otorga ductilidad y maleabilidad para que sea más sencillo la reducción de área a la cual va a ser sometido. Se utilizan para la fabricación de ruedas, piezas automotrices y tubos, así como para la construcción de edificios, puentes, ferrocarriles y chasis de automóviles y camiones.
Este proceso puede realizarse de dos formas: Decapado o sin decapar.
- El rolado en caliente decapado elimina de forma abrasiva las impurezas o restos de pintura que la lámina contenga. Este proceso se emplea para proyectos en donde la calidad superficial de los materiales es importante, debido a que el acero queda liso y limpio.
- El rolado en caliente sin decapar se utiliza para producir rollos de acero con un espesor de hasta 1.9 mm. Por lo que se usan regularmente en creaciones de tanques y/o contenedores, tuberías de distintas resistencias para diferentes estructuras y prácticas.
¿Cuáles son los principales usos de la lámina negra rolada en caliente?
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Las láminas negras roladas en caliente se emplean comúnmente para crear tanques, contenedores, tuberías de diferentes resistencias, para diversas estructuras y aplicaciones.
Otro gran empleo de estas láminas es dentro la industria de la construcción. Porque cuando se llevan a cabo las edificaciones, en ocasiones se dejan algunos espacios separados entre una parte de la estructura y la otra. Estas separaciones se presentan cuando las estructuras tienen un peso elevado, por tanto, son útiles al unirlas y así evitar un sobrecargo y posibles colapsos por agrietamientos.
Las láminas negras roladas en caliente cuentan con toda la resistencia y fuerza del acero que la compone. Como consecuencia, se utilizan como una especie de parche o unión. Aunque al ser delgadas y de un tamaño pequeño, funcionan asegurando las dos partes separadas de una misma estructura, brindando equilibrio, evitando contratiempos.
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